Decir que un técnico renuncia al cargo tras una floja campaña no es noticia que ilumine ni que obligue a pensar. Sí sucede que en su conferencia de prensa de despedida menciona a los invisibles delincuentes que se degluten a nuestro fútbol: barras bravas. Yo prefiero mencionarlos por lo que son, delincuentes, pero su adjetivo es claro y de reconocimiento rápido.
Dice Cristian Díaz al salir de Olimpo de Bahía Blanca: "Gracias a la barra por lo armado el otro día, por las últimas visitas a fumarse sus porros en el entrenamiento y tratar de no ayudarnos".
Luego agregó: "Esto es así: los barras no deben estar en los predios, y sin embargo han estado. Nosotros somos rehenes de ellos. No hace falta que te peguen una trompada o te rayen un coche para sentir la agresividad. Como yo priorizo a los jugadores y al presidente que me dio laburo hace diez meses, sentí que era momento de mirar hacia adelante y de desearles el bien absoluto a los que me apoyaron. Y a los barras, desearles el doble de lo que me desearon el domingo. La rompieron con su laburito".
¿Alguien que responda ante la claridad del DT Díaz ?
Agresión brutal al árbitro Claudio Elichiri
Basta observar el video para notar lo grave de la situación sucedida en Ayacucho, cuando se disputaba un partido del Torneo Federal entre Sarmiento, el local, y Sansinena. No me voy a explayar demasiado porque basta ver el comunicado irracional del club Sarmiento para entender que estamos en manos de ineptos ignorantes que conducen nuestro futbol entre los delincuentes mencionados en la primera parte de este artículo.
Antes de reproducir, tener en cuenta que son imágenes durísimas
La pregunta es: ¿hasta cuándo seguirá nuestro futbol así, envileciéndose?
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